Libby Adame, de 53 años, y Alicia Galaz, de 26 años, fueron acusadas de asesinato en segundo grado por causar la muerte de Karissa Rajpaul al inyectarle silicona líquida en una residencia de Sherman Oaks. La silicona ingresó a su sistema, lo que resultó en una embolia que provocó su muerte.
El jurado decidió acusar a ambas mujeres de homicidio involuntario en lugar de un delito más grave.
Si el jurado determinaba que Adame y Galaz no demostraron malicia al inyectar a Rajpaul, tenían la opción de considerarlas responsables de su muerte de todos modos.
Además, el dúo fue declarado culpable de realizar un tratamiento médico sin la licencia necesaria. Adame fue declarada culpable de tres cargos, mientras que Galaz fue declarada culpable de dos.
El jurado deliberó durante aproximadamente siete horas antes de llegar a su veredicto.
El caso del mes pasado involucró alrededor de una semana de testimonios de testigos y se centró en si Adame, también conocida como "La Tía" en las redes sociales, y Galaz eran conscientes de la naturaleza letal de la silicona que inyectaban a sus clientes.
El dúo dirigió un negocio que ofrecía mejoras de glúteos a mujeres en el condado de Los Ángeles durante aproximadamente diez años hasta que fueron detenidas en 2021. Esto ocurrió dos años después de que Rajpaul falleciera en la residencia de Sherman Oaks perteneciente a su asociada.
Rajpaul había recibido dos inyecciones previas de silicona de Adame y Galaz sin ningún problema. Rajpaul comenzó repentinamente a perder el conocimiento durante la tercera inyección. Ambas mujeres abandonaron la residencia una vez que llegaron los paramédicos. Rajpaul fue transportada en ambulancia a un hospital, donde falleció.
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