California se prepara para sufrir “inundaciones catastróficas” el fin de semana, advierten los meteorólogos, a medida que una octava tempestad consecutiva descarga grandes cantidades de agua y nieve en una región donde los suelos ya están saturados.
El estado más poblado de Estados Unidos ha sido azotado en las últimas semanas por aguaceros que causaron la muerte de al menos 19 personas y provocaron inundaciones, cortes de electricidad y deslizamientos de tierra.
Un nuevo sistema de bajas presiones golpeó la región el viernes, amenazando con aislar la península de Monterey e inundar la ciudad de Salinas -de 160.000 habitantes- en el estado más poblado del país.
“Todo el valle bajo de Salinas sufrirá inundaciones catastróficas”, advirtió el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS).
“Toda la ciudad de Salinas está en peligro de inundación. La mayor parte de Castroville se inundará. Todas las rutas cerca del río Salinas estarán inundadas e impracticables”, pronosticaron los meteorólogos. “Muchas rutas, viviendas y áreas agrícolas en el Valle de Salinas sufrirán importantes daños por las inundaciones”.
Se espera que el río Salinas desborde su cauce el viernes tras semanas de lluvias torrenciales, en una crecida que podría durar hasta el domingo.
Las órdenes de evacuación se han multiplicado, mientras las autoridades del condado de Monterey advierten que los residentes de Salinas deben prepararse para “estar incomunicados durante dos o tres días”, ante el posible corte de rutas.
Las advertencias llegan mientras la región intenta recuperarse de los reiterados aguaceros anteriores. Los cortos momentos de calma entre dos tempestades apenas dan tiempo a las autoridades para limpiar los daños antes del siguiente diluvio.
Entre las 19 víctimas en el estado hay conductores que fueron encontrados atrapados en sus automóviles sumergidos, personas golpeadas por árboles caídos y una pareja muerta en un desprendimiento de rocas.
“El tiempo inestable que reina actualmente en el oeste del país (...) continuará lamentablemente este fin de semana, con dos otras rondas de fuertes precipitaciones previstas”, advirtió el NWS.
Los meteorólogos afirman que el primero de dos ciclones que se dirigen del Océano Pacífico a la costa oeste extenderán la lluvia más al norte, formando una banda desde el norte de California hasta los estados de Oregón y Washington.
Se esperan hasta 15 cm de lluvia en las próximas horas en los alrededores de Seattle, una gran ciudad del noroeste de Estados Unidos.
Mientras algunas partes del estado de Washington están bajo alerta de avalanchas, ya que la tormenta trae nieve más húmeda y pesada a las montañas.
El Centro de Avalanchas del Noroeste dijo que espera avalanchas “peligrosas y a gran escala” con el pasaje de este evento meteorológico.
Entre ellas se incluyen las “avalanchas de nieve húmeda”, que se producen cuando la nieve más húmeda se acumula sobre un manto de nieve ligera, haciendo que todo el conjunto sea inestable.
California está acostumbrada al clima extremo, y las tormentas de invierno son habituales.
Pero los científicos dicen que el cambio climático, potenciado por la quema de combustibles fósiles por parte del ser humano, está haciendo que estos eventos sean más feroces.
Si bien está causando desastres a corto plazo, la lluvia es muy necesaria en el oeste de Estados Unidos, donde más de dos décadas de sequía han impuesto restricciones sin precedentes en el uso del agua.
Sin embargo, los climatólogos advierten que incluso el tipo de aguaceros monstruosos que han azotado la región este mes no va a revertir más de 20 años de precipitaciones por debajo del promedio.
El lago Shasta, el embalse más grande del estado, todavía estaba en solo dos tercios de su promedio histórico a principios de enero, según datos del departamento de recursos hídricos.
(Con información de AFP e Infobae)
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