Los grupos, convocados por la Coalición para el Inmigrante, exigieron «justicia» para los inmigrantes y los recién llegados desde las escalinatas de la Alcaldía portando carteles con mensajes como «No nos deje atrás» o «Los inmigrantes son Nueva York».
«Al hacernos invisibles, no reconoció a una gran proporción de la población de Nueva York y el papel crucial que nuestras comunidades han desempeñado para mantener a la ciudad abierta para los negocios durante esta pandemia», dijo el director ejecutivo de la Coalición, Murad Awawdeh.
Awawdeh dijo a EFE que durante las últimas semanas el alcalde ha estado usando a la comunidad inmigrante como «chivo expiatorio» en relación con «la incapacidad» de la ciudad para administrarse bien y que ha usado un «lenguaje violento», «peligroso» contra éstos, y específicamente contra los inmigrantes latinos, «lo cual ha sido muy desalentador».
«Sabemos lo que sucede cuando los líderes electos usan un lenguaje violento», advirtió.
Se refirió a los señalamientos del alcalde de que la llegada masiva de inmigrantes, en su mayoría venezolanos, y a los que ha dado albergue y otros servicios, ha creado una crisis humanitaria y económica porque la ciudad no cuenta con los recursos para afrontarlo.
El alcalde también puso en duda esta semana, algo que no había hecho nunca, que los miles de migrantes que han llegado en los últimos meses tengan derecho a albergues públicos, lo que generó de inmediato críticas de los grupos proinmigrantes.
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