Tras la decisión, a principio de semana, de reconocer a las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, territorios ucranianos que se autoproclamaron independientes hace 8 años, Vladimir Putin lanzó en la madrugada del jueves un ataque a gran escala sobre Ucrania. La excusa proclamada fue defender a Donetsk y Lugansk y acabar con el gobierno de Volodomir Zelensky, al que definió como “una banda de drogadictos y neonazis”, aunque es sabido que lo que altera al dictador ruso hace meses es el acercamiento creciente de Ucrania a occiente y a la OTAN.
Esa primera noche, hubo un ataque misilítico y aéreo ruso sobre instalaciones militares y aeropuertos ucranianos en Kiev, Jarkov, Odessa, Kharkiv, Dnipro, Lutsk y Mariupol.
En simultáneo, las tropas rusas comenzaron su avance por tierra sobre las áreas de Donetsk y Lugansk que aún estaban bajo control ucraniano. Una de las principales batalles que aún se libran es por el control de la ciudad porturaria de Mariupol.
En simultáneo, las tropas rusas comenzaron su avance por tierra sobre las áreas de Donetsk y Lugansk que aún estaban bajo control ucraniano. Una de las principales batalles que aún se libran es por el control de la ciudad porturaria de Mariupol.
También hubo un desembarco de la armada rusa desde el Sur, por el Mar Negro, en el puerto de Odessa y hasta una cruel batalla por el control del islote de las serpientes, donde 13 soldados ucranianos fueron asesinados tras resistir una última advertencia rusa por radio.
Y el tercer frente avanzó desde el Norte, a través de la frontera con Bielorrusia, un fiel aliado ruso que cedió gustoso su terreno para la invasión rusa de Ucrania.
Desde allí, la capital, donde los rusos ya habían infiltrado comandos secretos hace semanas, está a menos de 100 kilómetros. Las tropas rusas han destruido puentes, bombardeado algunos edificios y hasta se produjeron enfrentamientos en las calles.
Pero los soldados y civiles armados ucranianos resistían todavía este sábado en las calles de Kiev al avance definitivo de las fuerzas rusas
Horas después de haber formulado un dramático llamado a la movilización, Zelenski aseguró que sus “aliados” están enviando armamento para ayudarles a combatir la invasión de Rusia.
Un total de 198 civiles ucranianos murieron y más de mil resultaron heridos desde que Rusia comenzó su ataque a gran escala contra su vecino, indicó este sábado el ministro de Salud de Ucrania, Viktor Liashko, en Facebook.
Decenas de militares ucranianos también perdieron la vida, mientras que del lado ruso no se brindó ninguna información al respecto. Kiev afirma infligir duras bajas al ejército invasor.
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